lunes, 28 de mayo de 2012

Nekropola

Pues el siguiente libro ha resultado ser "Necrópolis", de Boris Pahor. Boris Pahor nació en 1913 y es (sí, "es", porque aún vive) un esloveno de Trieste. Ya he mencionado en más de una ocasión que en la italiana Trieste hay una minoría importante de eslovenos, debido a las vicisitudes históricas de ese territorio durante el siglo XX. La pertenencia a esa comunidad es uno de los dos factores que marca profundamente su literatura. La otra es su reclusión en un campo de concentración nazi. Principalmente fue en el de Natzweiler-Struthof, en Francia. Y de eso es lo que habla esta obra. A través de una visita años después al museo en el que se ha convertido esta necrópolis evoca numerosos recuerdos de las cosas que vivió allí. Por eso, presenta una estructura muy difícil de seguir, y, evidentemente, habla de cosas muy duras. Él, en gran parte, se siente aún prisionero del campo y tiene un enorme sentimiento de culpabilidad por haber sobrevivido. Incluso habiéndolo leído en mi idioma, es una lectura que se me ha hecho difícil, ya que prácticamente no hay ni separaciones en párrafos. Pero, sin duda, Pahor, que suena en los últimos años como Premio Nobel de Literatura y no deja de ser una figura con cierta controversia en Eslovenia, ofrece interesantísimas reflexiones a lo largo de la obra, ya me parezcan más o menos acertadas. Para muestra un botón. Emulando a mi amigo Samir y su blog os dejo un par de citas para ver si os animan a la lectura de estas memorias:


"Por eso estaría bien que los guías lograsen crear en la imaginación de los visitantes las secuencias del malvado pasado, aunque también esto sería un esfuerzo inútil, ya que necesitaríamos numerosas legiones de guías para despertar a todo el pueblo europeo"


"La superación de una realidad miserable es una gran herencia que debemos transmitir de una generación a otra y ya está tan unida a nuestros genes que ninguna fuerza podrá arrancarla de nosotros"


La portada de la traducción española
publicada por la editorial Anagrama
en 2010, que me ha permitido acceder
a esta obra, situada entre los grandes
relatos del holocausto nazi.

2 comentarios:

  1. No tienes ni puta idea (como diría Edu). Y cambia el color de fondo y letra que es incómodo para la vista y estoy hasta el nabo de tener que pasar a un word tus entradas antes de leerlas!

    ResponderEliminar
  2. Pues ya sabes, leételo y hablas de ello en tu blog, a ver qué opinas tú. Lo cambiaré, pero va a haber que esperar al segundo aniversario :D.

    ResponderEliminar