sábado, 1 de febrero de 2014

Terme Čatež

El primer mes del 2014 no ha sido fácil. Han sido semanas de catarsis, con cambios y "no-cambios" a todo tipo de nivel personal. Esa es la principal razón de este largo silencio. Han sido días en los que han pasado muchas cosas por la cabeza. Y una de ellas ha sido también que tal vez pronto llegue el momento de que este blog abandone la vida activa. Renovarse o morir. Como la nieve que por fin ha llegado a este invierno en los últimos días, dando paso a tareas tan entretenidas como quitar la nieve con la pala o conducir sobre nieve, y que servirá para renovar la tierra de cara a una nueva primavera.

Así vigilaba esta mañana desde mi ventana
por si venían los whitewalkers

Si volvemos a donde lo dejé, lo próximo es hablar de la celebración de mi cuarto cumpleaños por estas tierras. Esta vez me di un pequeño lujo e invité a unos amigos a un apartamento en el balneario de Čatež. Repetíamos así una antigua celebración de cumpleaños de Monika, cuando aún no me había establecido por aquí. Teníamos ganas de volver, y es que no lo visitábamos desde la lejana visita de mis padres. Es uno de los balnearios más grandes y populares del país situado entre la ciudad de Brežice (por donde pasamos brevemente una mañana y vislumbramos su castillo y su bonito depósito del agua) y la frontera sureste con Croacia. Tiene numerosos hoteles y apartamentos en su complejo, además del spa cubierto y la parte al aire libre (que obviamente en diciembre estaba cerrada, pero ya la probé la última vez y no está nada mal). Alquilamos por todo el finde uno de los numerosos y coquetos apartamentos por un precio muy bueno que incluía incluso las entradas para el balnerio. Fue un fin de semana de remojo, rélax y tiempo con los amigos. Tiempo que pasamos en parte jugando a "Slovenija in svet", uno de los pocos juegos de mesa de preguntas y respuestas sobre Eslovenia (en los últimos tiempos han salido unos cuantos al mercado) y peculiar donde los haya. Seguiré jugando, porque nunca me cansó de aprender sobre este país.

El depósito de agua más bonito que he visto
nunca, hace cuatro años en un también
nevado febrero
También pasamos por la estación de tren fronteriza de Dobova,
la más moderna de Eslovenia. Siempre he pensado que la
hicieron para fardar ante los croatas
Cuando me tiré por primera vez por este tobogán
creía que salía volando
Los chalets de Čatež son de los pocos adosados
que se pueden ver en Eslovenia