miércoles, 27 de febrero de 2013

Opera

Pero visitar el museo no fue lo único cultural que hicimos ese día. Por la noche fuimos a la ópera. Llevaba mucho tiempo queriendo ir y había habido algunos intentos frustrados. Así que este día no se iba a escapar. Menos aún si Monika me había regalado hacía tiempo las entradas para Reyes. El edificio de la ópera de Liubliana, de finales del siglo XIX, es uno de los más coquetos de la ciudad. Recuerdo que en mi primera visita aún estaba en obras y de todas maneras me gustó mucho. Han estado reformándolo durante mucho tiempo, y solo hace poco más de un año lo reabrieron. Tienen su propia orquesta, pero en su calidad no entro porque no entiendo nada de esto. La función empezaba a las siete y media puntual. Los pasillos del edificio no hacen honor a su exterior, pero la sala es también muy bonita, aunque de proporciones mucho menores a otras óperas en las que he estado. Por ellos desfilaban principalmente gente mayor, mucha de ella emperifollada. ¡Qué gracia me hace el pijerío de la ópera! Aunque nuestros asientos eran los más baratos, por diez euros, pudimos ver la representación a la perfección. Además hay entradas de pie también por cinco euros, que se pueden comprar justo antes de la obra. Lo que vimos fue "La Traviata" del italiano Giuseppe Verdi. Me gustó bastante y se me pasó rápido, ya que es algo más corta que otras que había visto. Todos los cantantes eran eslovenos, pero sigo sin entrar a valorar, porque no me gusta hablar de lo que no tengo ni idea. La ópera trata de una mujer parisina que se dedica al desenfreno de la vida hasta que conoce al hombre de su vida. A partir de ahí, la tragedia. No había querido leer antes nada de la historia, pero la seguí sin problemas porque había sobretítulos sobre el escenario en esloveno. Algún día repetiré, digo yo.



domingo, 17 de febrero de 2013

Mestni Muzej Ljubljana

Y el día de Prešeren también había que aprovecharlo. Hacía mucho tiempo que no visitaba ningún museo y todavía hay algunos a los que tengo bastantes ganas. Pero uno menos en esa lista, ya que el museo de la ciudad de Liubliana fue el que vimos de manera gratuita (de otra manera cuesta 4 euros) para el 8 de febrero de este 2013. La institución no sólo gestiona el museo principal, sino que también tiene el control sobre otras galerías y pequeñas colecciones, como la muralla romana de Emona (nombre romano de Liubliana) o el memorial a Oton Župančič en la biblioteca del mismo nombre, mi segunda casa en Liubliana. Estuvimos más o menos una hora paseando por las modernas instalaciones del antiguo palacio de los condes de Auersperg, del siglo XVIII, en el centro de la ciudad y que sirve como sede del museo. Me habían hablado bien de él y se cumplieron las expectativas. Había menos gente de la que esperaba, y eso contribuyó a una grata visita. No es un museo muy grande, pero creo que tiene las dimensiones perfectas para disfrutarlo. Y tampoco tiene una colección abrumadora, pero sí que tiene objetos muy interesantes de la historia eslovena y especialmente de la ciudad de Liubliana. Y de todas las épocas, si bien de las edades antiguas y medievales los objetos expuestos son más pobres. Lo único que no me gustó mucho fue la forma en la que están expuestos los materiales, por temas en lugar de algo más cronológico. Además, obviamente tiene exposiciones temporales. En este caso se trataba de una buena colección de bustos de personajes importantes de la historia eslovena de los dos últimos siglos. Respecto a la colección permanente, lo que más destaca son diferentes decoraciones y objetos del gobierno de la ciudad, tanto actuales como históricos, cosas de la época de las guerras mundiales o un cuadro de Julija Primic, la musa de Prešeren. Fue un placer ver cosas de las que había leído antes. Por ejemplo, se puede ver el busto del emperador austrohúngaro  Francisco José que antes decoraba una de las plazas de Liubliana. Y también lo fue aprender cosas nuevas, como que el general Radetzky (sí, el de la famosa marcha) vivió en Liubliana, en el palacio del parque Tivoli. De hecho fue él quien lo convirtió en un parque público. Os invito a descubrir todas estas cosas por vosotros mismos.

La entrada al palacio de los Turjak, como llaman
a los Auersperg los eslovenos

Restos de la alambrada con la que los
fascistas italianos cercaron Liubliana

El dragón que le da sentido a todo
aún bajo dominio imperial


viernes, 8 de febrero de 2013

Fige Prešernove

Aprovechando que hoy es el día de Prešeren, cuya entrada es, con mucho, la más popular del blog, voy a hablar de un dulce que probé los días pasados. Llevan por nombre "higos de Prešeren" en pequeño homenaje al poeta, quien solía llevar higos en el bolsillo y dárselos a los niños. Simplemente se trata de higos secos recubiertos de chocolate. Nunca me han gustado los higos, pero la verdad es que estos están de puta madre. Además son un producto único esloveno, producido por una empresa chocolatera de aquí. Son un bonito regalo para ocasiones especiales. Y así lo recibí yo, como un pequeño detalle por parte de unos de mis alumnos en el último día de clase con ellos. Solo he trabajado un semestre con ellos en esta nueva academia, pero lo disfruté bastante. Me hubiera gustado continuar, pero no se puede trabajar tantísimo.


Y si he tenido que dejar esta nueva escuela de idiomas es porque, después de dos años y poco, he conseguido mi primer trabajo de verdad. Con contrato, alta en el sistema de seguridad social y cuarenta horas a la semana. Se trata de una sustitución de baja por maternidad, pero poco a poco. Y no, no está muy alejado de lo que vengo haciendo. Al menos no mucho. Soy el nuevo profesor de español de la única escuela Montessori de Eslovenia y también de las guarderías de la misma institución. Obviamente no tengo todo el tiempo clases, así que mi labor se concentra mucho en ser una especie de cuidador. Pero esto es también interesante y un reto para mí. Llevo ya un par de meses y estoy aprendiendo muchísimo. Ya había trabajado un poco con niños antes, pero nunca en tal cantidad. Y se necesita un proceso de adaptación. Seguro que será un viaje interesante. Así que la verdad es que me va muy bien en el aspecto laboral, ya que estos meses además me debatí entre aceptar esta propuesta y otra de un instituto de enseñanza secundaria. Creo haber elegido lo mejor para el futuro.