Aprovechando que hoy es el día de Prešeren, cuya entrada es, con mucho, la más popular del blog, voy a hablar de un dulce que probé los días pasados. Llevan por nombre "higos de Prešeren" en pequeño homenaje al poeta, quien solía llevar higos en el bolsillo y dárselos a los niños. Simplemente se trata de higos secos recubiertos de chocolate. Nunca me han gustado los higos, pero la verdad es que estos están de puta madre. Además son un producto único esloveno, producido por una empresa chocolatera de aquí. Son un bonito regalo para ocasiones especiales. Y así lo recibí yo, como un pequeño detalle por parte de unos de mis alumnos en el último día de clase con ellos. Solo he trabajado un semestre con ellos en esta nueva academia, pero lo disfruté bastante. Me hubiera gustado continuar, pero no se puede trabajar tantísimo.
Y si he tenido que dejar esta nueva escuela de idiomas es porque, después de dos años y poco, he conseguido mi primer trabajo de verdad. Con contrato, alta en el sistema de seguridad social y cuarenta horas a la semana. Se trata de una sustitución de baja por maternidad, pero poco a poco. Y no, no está muy alejado de lo que vengo haciendo. Al menos no mucho. Soy el nuevo profesor de español de la única escuela Montessori de Eslovenia y también de las guarderías de la misma institución. Obviamente no tengo todo el tiempo clases, así que mi labor se concentra mucho en ser una especie de cuidador. Pero esto es también interesante y un reto para mí. Llevo ya un par de meses y estoy aprendiendo muchísimo. Ya había trabajado un poco con niños antes, pero nunca en tal cantidad. Y se necesita un proceso de adaptación. Seguro que será un viaje interesante. Así que la verdad es que me va muy bien en el aspecto laboral, ya que estos meses además me debatí entre aceptar esta propuesta y otra de un instituto de enseñanza secundaria. Creo haber elegido lo mejor para el futuro.
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