viernes, 11 de febrero de 2011

Prešernov dan

El martes fue uno de los días festivos más importantes en Eslovenia. El día que se conmemora la muerte de Prešeren, uno de los personajes más importantes para la nación eslovena, del que ya hablaré más en su momento. Uno de los aspectos que más destacan aquí en los días festivos es que las calles de todos los lugares se "engalanan" con la bandera nacional. La tienes hasta en la sopa. Evidentemente, no tuve que trabajar, así que pude disfrutar de un día entero libre en Liubliana, lo que no es nada habitual. Pero es más, lo pude disfrutar de manera diferente, ya que al ser un día cultural, todos los museos de la capital celebraban un día de puertas abiertas, con entrada gratuita y realización de diferentes eventos. A los eventos especiales no acudí a ninguno, pero sí que aproveché bien las visitas por la patilla. Así que realicemos un pequeño tour, aprovechando que todos los museos están muy cerquita (el centro no es pequeño, pero tampoco es que sea muy grande).

Monika contemplando unos de los restos
arqueológicos más importantes hallados en
Eslovenia, concretamente en el jardín de su
casa por su tío cuando ella estaba en el
vientre de su madre

Empezamos por el museo que tenía más ganas de ver, el Narodni Muzej Slovenije, que además de ser el museo nacional también hace las veces de museo de historia natural. El que más ganas tenía de ver y el que más me decepcionó. Bastantes piedras romanas, un sarcófago y una momia egipcios originales (lo cual resulta un poco bizarro), diferentes restos arqueológicos medievales y a partir de ahí prácticamente nada, aparte de las representaciones de animales y demás. Monika me ha dicho que se debe a que las cosas más modernas están expuestas en otros museos diferentes, y quiero creer eso, porque si no de verdad que sería patético. Es que había una sala con cuatro chorradas para a partir del siglo XVI.

La peculiar cafetería de Moderna Galerija

Continuamos con el museo de arte moderno (Moderna Galerija), ubicado en un edificio típico de la arquitectura de mediados del siglo XX y que dentro resultó que es simplemente una sala de exposiciones. No hay exposición permanente, cosa que no sabía. La exposición que hay actualmente es "Vse to je film", sobre películas experimentales yugoslavas entre 1951 y 1991. No le presté mucha atención a la exposición, porque eran películas muy frikis y además no entendía nada. Lo mejor del museo, la peculiar cafetería que tiene. Y para terminar con la ruta museística, cruzamos la calle y enfrente teníamos la Narodna Galerija, la pinacoteca nacional, que me pareció el único museo verdaderamente interesante de los que vimos. Bastante más grande que los anteriores (de hecho, tiene una parte nueva construída de manera adyacente al edificio original) y con unos fondos aceptables. Además de muestras de arte medieval, flamenco, italiano y demás nada destacables, por lo que merece la pena es por poder ver los cuadros de los principales pintores eslovenos desde el siglo XVI al XIX. A ellos están dedicados las salas principales del museo, organizados por períodos y estilos diferentes como Romanticismo, Biedermeier, Impresionismo, etc. No son muy conocidos a nivel general, pero son una parte importante de la cultura eslovena, y tienen un nivel más que aceptable.

"Kofetarica" (o "La bebedora de café"),
uno de los cuadros eslovenos más
famosos, de la pintora Ivana Kobilca

Y con eso lo dejamos, porque si seguíamos Monika me mataba. Me quedé con ganas de ver algunos otros museos, pero ya habrá futuras ocasiones. Después de estar unas cuantas horas de pie y andando fuimos a por un merecido descanso, comiéndonos un kebab primero y después tomando algo en una de las terrazas a la orilla del Ljubljanica, el río de Liubliana. Teníamos que aprovechar el día tan soleado que nos hizo. Y en Liubliana no hay mejor forma de hacerlo que en esas terrazas. Estaban totalmente llenas de gente, igual que los museos. Y por último, para cerrar el día, fuimos otra vez al cine. Fuimos otra vez a Kolosej, los cines más grandes de Eslovenia (me recuerdan mucho al Kinépolis) y que están en el enorme complejo comercial a las afueras de la ciudad. Vimos "Črni labod" (en español, "Cisne negro"), película bastante buena de Aronofsky, el de "Réquiem por un sueño". Ya dije el otro día algo de cómo funciona aquí el cine, pero me puedo explayar un poco más. Me hace gracia que no doblen la película pero sí los títulos, aunque lo veo lógico. A veces las tropelías que cometen con los nombres son tan grandes como en español. Pero las películas que sí doblan son las de dibujos y las que son para niños pequeños, que me he tragado ya unas cuantas en Kresnička. Volviendo al tema, y resumiendo, que fue un gran día.

martes, 8 de febrero de 2011

Eventos

Algo más de un par de semanas llevaba sin escribir, en lo que ha sido el período más largo sin publicar nada por aquí desde que empecé con el blog. Y es que el nivel de ocupación que tengo va subiendo. Supongo que he alcanzado esa rutina que decía querer coger. Rutina que no te deja mucho tiempo para otras cosas. En Kresnička ya me siento totalmente acoplado y las cosas marchan bien, pero ahora mismo estamos sin niños. Entonces, dedico el tiempo que pasó allí a estudiar esloveno. Por otra parte, el invierno sigue avanzando, pero sigue sin ser un invierno muy duro. Es verdad que hay días que hace mucho frío, pero la nieve se marchó y no vuelve. Y aunque Monika dice que volverá, yo ya lo empiezo a dudar, la verdad. Esperaba un invierno más duro, pero aún así, creo que se me empieza a hacer un poco largo, por las horas de sol y demás, que te dejan un poco con la sensación de no tener tiempo para nada, como decía antes. En estos días, el tiempo que he tenido lo hemos dedicado a diferentes eventos.

El cartel del que hablo luego. Si llego a saber
que me van a poner ahí les digo que pongan
DJ Changa, que para algo tengo nombre artístico

Uno muy importante fue que organicé junto a una de las academias para la que hago cosillas una noche cultural, en la que hice una ponencia acerca de la Guerra Civil. Fue en Kinodvor, lugar que ya mencioné por aquí, el último jueves de enero. Estuvo bien. Me gustó hacer algo así aquí en Eslovenia, pero estuve muy nervioso, y aunque creo que lo hice bien no lo disfrute mucho. Pero sí disfruté con los amigos que se acercaron a verlo. Además, después de la ponencia hubo un concierto de música latina con un grupo latino-esloveno peculiar. Unos días antes habíamos ido al cine, por primera vez desde que vine a vivir aquí. En mis viajes anteriores sólo había ido una vez. Fuimos a ver “Njuna družina”, que en español es “Ahora los padres son ellos”. En los días anteriores habíamos bajado de internet las partes anteriores y la verdad es que me partí el culo viéndola. El cine en Eslovenia es siempre en versión original con subtítulos en esloveno, así que también pude comprobar que mi nivel de entender las películas en inglés ha aumentado una barbaridad, ya que entendí prácticamente toda la película sin problemas. Para algo tiene que servir la gran cantidad de películas que vemos Monika y yo en versión original últimamente.

La soledad del DJ

Y este fin de semana pasado hicimos también un par de cosillas. El viernes nos acercamos a un café organizado por Nativo, otra academia de idiomas de Liubliana, pero con la que no tengo relación. El evento consistía en charlar un poco con gente en los diferentes idiomas que ellos enseñan. Nos invitaron a una bebida y pude charlar un poco en esloveno, que ya lo puedo hacer a un nivel aceptable (aunque todavía básico). Dejé impresionada a Monika y charlamos también con alguna gente que ya conocía de antes. El sitio fue Kavarna SEM, la cafetería del Museo Etnográfico de Eslovenia. Y para terminar con este ciclo de socialización, el sábado fuimos a Škofja Loka, que es un pueblo no muy lejos de Liubliana bastante famoso por su centro histórico medieval. El pueblo yo ya lo conocía, porque lo visité la primera vez que vine a Eslovenia, en julio de 2009, y la verdad es que tiene un casco antiguo coqueto, pero sin más. ¿Y a qué fuimos allí entonces? A una fiesta de voluntarios europeos como yo, organizados por voluntarios que trabajan en un centro cultural de Škofja Loka. Vi prácticamente a todas las personas con las que hice el curso de formación, conocí a gente nueva y lo pasamos bien, a pesar de que al principio parecía que iba a ser un poco aburrido. Hubo comida internacional (nosotros cocinamos por primera vez una tortilla de patatas) y varios djs pincharon música. Y uno de esos djs fui yo. Es algo que siempre había querido hacer y me ofrecí cuando los organizadores del evento preguntaron días antes si alguien quería poner música. Preparé una lista de canciones de rock español sobre todo (más tirando hacia el punk y el hardcore y con algún toque europeo) sin muchas pretensiones. Pero luego vi que me habían puesto en el cartel y todo, y acabé pinchando con una mesa Pioneer de la hostia, metiendo efectos, scratchs y todas esas cosas, encima de un escenario. La verdad es que me lo pasé de putísima madre haciéndolo, y eso que prácticamente no hubo nadie escuchándome. Pero me da igual. La verdad, es algo que hice para mí mismo. Por cierto, está claro que cayó No me Jodas (“Vivo muerto”). Además, el sitio (Rdeči Ostrigi, un bar del pueblo) estaba muy pero que muy bien.