miércoles, 11 de junio de 2014

La trojka

El evento que recuerda el estado de Liubliana durante la Segunda Guerra Mundial no vive solo de caminar. También hay una carrera popular en tríos que pueden recorrer una distancia de 12,5 o 29 kilómetros. Monika y yo, junto a otra amiga, decidimos probar el camino de otra forma (si bien los trazados apenas coinciden), por supuesto en la distancia corta. A la carrera se apunta muchísima gente, pues es una de las pocas de inscripción gratuita, y el ambiente es magnífico. Por esto mismo no es el mejor lugar para correr, pues hay demasiadas piernas que esquivar. El trazado da una pequeña vuelta por Liubliana y tiene su punto álgido en la ascensión y el descenso a la colina de Golovec. No pudimos correr toda la cuesta y tuvimos que andar algo, lo cual repercutió en nuestro tiempo. Al final 1:29:17, tirando hacia el final de la clasificación. Pero no era el tiempo el objetivo, sino completar el recorrido y disfrutar. Y eso se cumplió con creces. Hablando de carreras, tengo que mencionar que por segundo año consecutivo me apunté a la carrera al castillo. Esta vez lo hice con un compañero de trabajo y el tiempo fue similar al del año pasado, 12:20.6. Mi objetivo era mejorar el tiempo y las sensaciones, así que me salió como quería.

Dorsales, dorsales...

El día del trío no acabó con la carrera, sino que después nos marchamos en coche a Maribor, a visitar a unos amigos que viven allí y a ver el concierto de Rutinmütét, la banda de mi amigo húngaro al que visité hace no mucho. El concierto era por supuesto en la sala Gustaff de Pekarna, la Metelkova de Maribor. Lo disfrutamos, y es que hacen un funk-rock muy bueno, pero estábamos bastante cansados. El finde allí también lo aprovechamos para pasear por una cada vez más decadente Maribor, visitando una vez más su bonito y vacío centro, pero también viendo por primera vez lugares interesantes de la ciudad y algo más apartados, como el Ljudski vrt, el estadio del NK Maribor y templo del modesto fútbol esloveno, o la colina Piramida, con unas bonitas vistas sobre la ciudad.

El ayuntamiento de Maribor, desde donde supuestamente
Hitler dio un discurso en la Segunda Guerra Mundial
Bonita Piramida con sus viñedos
Vistas desde Piramida sobre el centro de Maribor.
Al otro lado Pohorje y la pista de Zlata Lisica
En "el jardín del pueblo" también juega la mayoría
de sus partidos la selección eslovena
Aquí Rutinmütét en acción, quienes tuvieron como teloneros a
unos locales de nombre V okovih y que me dejaron indiferente

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