domingo, 15 de junio de 2014

Celeia

Una semana después de pasar por Maribor volvimos a coger el coche en dirección a Estiria para pasar una nublada mañana de mayo en plan friki, jugando a un torneo de Los Colonos de Catán, el juego de mesa que ha ocupado muchas horas de mi tiempo libre en los últimos años. Fue en Velenje, esa ciudad que para nada se merece su fama de poco agraciada. Y lo pude comprobar de nuevo. Si la otra vez no pasé de las afueras, en esta ocasión pude pasear un poco por su núcleo urbano, con su castillo en lo alto de la colina y su centro histórico de fuerte carácter comunista, también arquitectónicamente hablando. Recordad que su nombre oficial antes era Titovo Velenje, así que no extraña la imponente estatua dedicada al líder yugoslavo en la plaza principal.

Con ustedes, el gran Josip Broz "Tito"

Después, aún con tiempo, decidimos aprovechar el viaje y visitar la última "gran" ciudad de Eslovenia que nos faltaba por descubrir y nos quedaba muy cerca. Se trata de Celje, la tercera urbe del estado en cuanto a habitantes se refiere, rivalizando con Kranj con en torno a las cincuenta mil personas. Celje es una ciudad de gran tradición histórica, pues el lugar ya fue habitado por los celtas con el nombre de Keleia en tiempos antes de nuestra era. Después siguió un rico desarrollo que hace contar a la ciudad actual con interesantes restos arquitectónicos. En la ciudad puedes ver desde restos romanos de la Celeia de entonces hasta medievales y de épocas más recientes. Especialmente importante fue el auge de la ciudad en la época bajomedieval, cuando se convirtió en un poderoso condado en el que los condes de Celje llegaron incluso a rivalizar con el emperador Habsburgo de Viena, de quien eran vasallos. Así, Ulrico II de Celje intentó hacerse con el trono imperial a mediados del siglo XV, muriendo en dichas intrigas y poniendo fin a la dinastía. Fue el mayor poder político internacional en la historia de Eslovenia y aún hoy lo recuerdan en su escudo con las tres estrellas, símbolo de los condes. Obviamente también se conservan en la ciudad muchos restos de aquel poderío. Destacan los restos del inmenso castillo (el más grande de Eslovenia) que domina el asentamiento. Se trata de un castillo semidestruido, pero el espacio realmente es grande y está conservado con bastante acierto. Además, la entrada es muy barata y las vistas son espectaculares. En cambio, no puedo decir lo mismo de los palacios pertenecientes a los condes situados al pie de la colina, que si bien no se encuentran en un estado lamentable, si podrían estar mucho mejor acondicionados y preservados. Todo ello formaría un precioso centro histórico. Me parece que en Celje no le sacan tanto partido a su patrimonio a nivel turístico como podrían hacer. Su historia se merece otra cosa.

Precioso paseo a la orilla del Savinja
Celjski dom, bonito edificio neogótico en dudoso
estado de conservación
Palacio antiguo de los condes. Veis a lo que me refiero, ¿no?
Vistas desde el castillo hacia el casco antiguo
Preciosas colinas en los alrededores. Escondida entre ellas
está Laško, muy similar a Celje

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