domingo, 17 de marzo de 2013

Deseti brat

Pues ha llegado el momento de contar esa otra historia. Aquel lejano domingo de noviembre me hice con ese libro que tanto deseaba leer en el "rastro" de Liubliana. Ese libro que supuso la primera novela en lengua eslovena de la historia, publicada en 1866 y escrita por el realista Josip Jurčič con el título de "El décimo hermano". Y la verdad es que lo adquirí por un módico precio, por solo cinco euros aún con el plástico original. Es decir, que lo compré nuevo. Por eso no me dolió aflojar el bolsillo. También es cierto que se trata de un volumen publicado en una colección especial de literatura eslovena, publicada con el título de "Slovenska Zgodba" ("relato esloveno") en 2004 por DZS, una de las grandes editoriales eslovenas, y Dnevnik, uno de los principales periódicos. La verdad es que suponía un reto demasiado ambicioso para mi segunda lectura de siempre en el idioma de Prešeren, pero el que no arriesga no gana. Tuvieron que pasar unas cuantas semanas para empezar con ello, pero una vez terminado el libro que estaba leyendo le llegó su hora. Al principio me costó cogerle el punto, especialmente en lo que a las típicas descripciones realistas se refiere, y también a algunos pasajes en los que el autor se dedicaba a filosofar. Tanto que tenía que releer pasajes con cierta frecuencia y pensaba que no podía saborear el libro en sí. Pero las páginas fueron cayendo y la acción iba progresando, y con ello mi capacidad para leerlo con soltura, comprender lo que ocurría sin problemas y disfrutarlo. Obviamente, era una satisfacción enorme, más si tenemos en cuenta que se trata de esloveno antiguo, que en algunas cosas difiere bastante del actual. Con todo, creo que al final pude concluir que se trata de una novela muy interesante y de calidad. No solo tiene elementos del realismo, sino también bastantes del romanticismo. En algunas cosas me parece especial, ya que cada capítulo el autor lo comienza con una cita, iniciando también muchos de ellos filosofando. Además, se trata de una novela bastante coral en cuanto a personajes se refiere, y el autor va saltando de uno a otro dependiendo del capítulo. La historia principalmente gira en torno a la llegada de Lovre, un joven estudiante de la capital, a un pequeño castillo de provincias para convertirse en el maestro del hijo del señor del castillo y las cosas que le sucederán allí. Y en estas cosas se cruzará con un buen número de personajes, que plasman a la perfección la vida rural eslovena del momento. Entre todos ellos sin duda alguna destaca Martinek, que es un décimo hermano. Un décimo hermano en la cultura popular eslovena era el décimo hijo de una familia, al que se le atribuían capacidades especiales, como por ejemplo el don de la adivinación. Con estos ingredientes se desarrollará una historia entretenida y divertida, que en algunos casos casi se convertirá en una telenovela decimonónica. Si queréis saber cómo termina, os invito a los que leáis esto y que sepáis esloveno a que lo comprobéis vosotros mismos.

¡Qué bien queda el libro en mi estantería!

1 comentario:

  1. Pues, enhorabuena para llegar al final:-) Bravo, David, branje 150 let starega jezika je zahtevna stvar.

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