domingo, 18 de septiembre de 2011

La siempre apasionante aventura de viajar desde/a Eslovenia

Aquí estamos de vuelta otra vez desde hace ya unos días, y, claro está, los viajes han sido una odisea de horas y lugares. No hay otra forma de moverse entre Eslovenia y Madrid, a no ser que te quieras gastar el pastón increíble que cuestan los billetes de Adria, la compañía aérea nacional eslovena que ofrece vuelos directos en verano entre Liubliana y Madrid. Que por cierto, aún no he volado nunca con ellos. Manda huevos. Total, que a la ida (sí, supongo que para mí ir de Eslovenia a España, ahora, es hacer la ida) volé con el billete de vuelta, valga la redundancia, del voluntariado. Lo que quiere decir: con Czech Airlines haciendo escala en Praga. En un principio la escala iba a ser de un par de horas, pero hubo un cambio en el vuelo a Praga. Al final tenía el vuelo en Liubliana a las seis de la mañana y después en Praga a las ocho de la tarde. El resultado de ello fueron doce horas entre un avión y otro en el que evidentemente me marché a la ciudad. Ya había estado antes, pero aún así estuve paseando por los lugares turísticos con tranquilidad y haciendo alguna cosa un poco más diferente. La gente se vuelve loca con Praga, pero a mí tampoco es que me pirre. Reconozco que es especial, pero me pasa lo que con Venecia. Hay tantos turistas que es un poco asqueroso. Eso sí, esta vez no había ni la mitad de los que vi en mi primera visita.

Un dragón en Praga

Y al volver aquí innové e improvisé un poco. La última vez que hice la ruta de Venecia acabé un poco harto y además los de Vueling han cancelado la conexión con Madrid, así que me dediqué a buscar otra alternativa. Y creo que ha resultado ser la mejor por ahora. Me siento un poco idiota por no haberla encontrado antes. Volé desde Madrid a Verona con Ryanair (muy barato). Allí me di unas horas para visitar la ciudad, ya que nunca había estado por allí. Como todas las ciudades italianas está genial, y ésta también estaba petada de turistas, ya que para los que no lo sepáis (yo tampoco lo sabía, o al menos no lo recordaba, hasta unos días antes) es la ciudad de Romeo y Julieta. Además hay un imponente anfiteatro romano, que es el primero que veo en mi vida. Una vez hecha la visita de rigor cogí un tren con destino a Gorizia, la parte italiana correspondiente a la ciudad eslovena de Nova Gorica. Tuve que cambiar de tren en Mestre (la parte de Venecia en tierra firme) y en este otro conocí a un personaje iraní que iba a hacer negocios a la Koper eslovena. Me encanta charlar con gente en estos viajes, siempre me fascinan las historias que cada uno esconde. Llegué al destino e iluso de mí, creía que Gorizia y Nova Gorica compartían la estación de tren, pero no es así. Con lo cual, con la mochila a cuestas tuve que cruzarme a pie toda la ciudad italiana, a la que ya le eché un ojo de paso y me sorprendió muy gratamente. Si es que cualquier ciudad italiana es bonita. Habrá que volver por allí con más calma, ya que en Nova Gorica volví a no ver nada más allá de la estación de tren, junto a esa plaza de la que ya hablé hace tiempo. Esta vez llegué a la plaza desde el lado italiano (que por cierto, se llama Plaza Transalpina y no Plaza de Europa como la parte eslovena) y cuando la crucé por fin pude descansar. Desde allí simplemente ya un tren a Podhom, el pueblo de al lado de Zasip que simplemente está separado por la propia vía del tren. Vamos, que como podéis ver cualquier viaje a este país es hacer un mini interrail.

Miles de enamorados mancillando la casa de Julieta en Verona

Entre Italia y Eslovenia

5 comentarios:

  1. Te lo debiste pasar de puta madre por Madrid, que no nos dedicas ni un triste renglón xD

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  2. Echaba de menos tus entradas.

    Genial el reencuentro en Segovia, te ví genial.

    Me ha gustado tu nuevo "post", por la mayoría de lugares he estado yo y me han traído dulces recuerdos. Me gustaría hacer un "mini-interrrail" contigo.
    Jita.
    Ten una gran semana.

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  3. Jaja. No hablo de España porque en el blog nunca he hablado de cuando he estado allí. Eso me lo quedo para mí.

    Jita, ¡cuando quieras!

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  4. ¿Y cuánto duraron y te costaron todos los trayectos en tren?

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  5. Pues espera que me refresco la memoria y te digo:

    - Verona - Mestre: tardé 59 minutos y me costó 20 euros. La cagué porque cogí el Intercity (el rápido), cuando el regional cuesta 7'30, que creo que merece la pena aunque tarde dos horas y tres minutos.

    - Mestre - Gorizia: 11'90 € y unos minutos sobre las dos horas.

    - Nova Gorica - Podhom: una hora y 51 minutos y pagué 4'62 porque tengo la tarjeta RAIL PLUS de los trenes eslovenos, que te da el 30 % de descuento.

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