miércoles, 19 de enero de 2011

Metelkova

Este ha sido el primer fin de semana que he pasado en Liubliana, que se dice pronto después de cuatro meses casi ya (¡joder cómo pasa el tiempo!) que llevo aquí. La razón es que Zoltan, mi compañero húngaro de cama (reincidimos) vino de visita por aquí. Y echamos el fin de semana entre los dos y Martijn, un holandés que es el único voluntario que trabaja en Liubliana de los que hubo en aquel curso en Goriška Brda. Nos matamos a andar durante los dos días, y eso que no hicimos turismo para nada. Pasamos el rato en mi piso y en el de Martijn, que realmente vive en una especie de monasterio, y el sábado por la noche salimos a dar una vuelta por ahí. Y por fin pude ir a Metelkova. Metelkova es un “barrio” (en realidad una calle) en pleno centro de la capital y que en su día fue totalmente okupado. Se trata de los antiguos barracones militares yugoslavos, que se okuparon poco después del nacimiento de Eslovenia. Desde ahí hasta ahora supongo que han cambiado muchas cosas. Para empezar que ahora se trata de un sitio legal. Incluso en los folletos turísticos publicados por el ayuntamiento de Liubliana se habla mucho de Metelkova. Pero no por ello deja de ser un sitio fascinante. Es bastante grande, y con diferencia lo más “alternativo” (¡qué  poco me gusta esta palabra!) que se puede encontrar la ciudad. Son bastantes locales diferentes, en los que se hacen conciertos, talleres, festivales, son sedes de organizaciones, etc. La decoración es genial. Siempre me había paseado por allí desde mi primera venida a Eslovenia, pero nunca había tenido la oportunidad de salir por la zona. Y el sábado por fin lo hice. Estuvimos en Menza pri koritu, uno de los varios locales de conciertos de Metelkova, viendo a un par de bandas. El sitio estaba preparado genial en cuanto a sonido e iluminación, pero la verdad es que me dolió bastante pagar la entrada de siete euros. Por lo menos dentro las cocacolas estaban a cincuenta céntimos. Las bandas fueron una eslovena que apenas nos dio tiempo a ver y una italiana, llamada A Classic Education, totalmente popie, en el sentido de rock alternativo. No estuvo mal a pesar del chute en vena de gafapastismo. Habrá que seguir descubriendo poco a poco el resto de los locales.

A Classic Education

El tiempo que nos hizo fue increíble. Sol todo el fin de semana. De hecho hasta ayer llevaba cinco días seguidos haciendo sol en Liubliana, lo que es bastante inaudito porque Liubliana es una ciudad con muchísima niebla. Además, todos estos días lleva haciendo cinco o seis grados. El frío se marchó y la nieve mucho antes, pero aquí seguimos esperando a ver cuándo vuelven, porque tienen que volver. Por otro lado, este fin de semana me sirvió para comprobar algo que ya me habían dicho, que Liubliana los fines de semana está muerta. No hay ni dios. Es una ciudad universitaria, y prácticamente todos los estudiantes, que llenan de vida la ciudad durante la semana, se marchan a sus pueblos para pasar el finde. Pero de verdad, no hay ni dios.

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