domingo, 1 de septiembre de 2013

Tarvisio

¿Alguien se acuerda de aquella larga excursión en bici a la frontera italiana? ¿Sí? ¿No? En cualquier caso esta entrada es la continuación que siempre había deseado. En mi último domingo en Eslovenia antes de unas merecidas vacaciones en casa decidimos aprovechar el día soleado para una pequeña excursión en bici. No fuimos los únicos, porque la vía verde (nombre del tipo de carril bici que discurre por antiguas vías de tren, como bien me advirtió en su día mi amigo Samir) estaba a rebosar, tanto de eslovenos como de italianos. Al fin y al cabo era un plan dominguero total. Nos desplazamos una vez más hasta Kranjska Gora y allí iniciamos la ruta de en torno a los 20 kilómetros prácticamente divididos a partes iguales entre los dos estados. Fuimos a ritmo de excursión, disfrutando del camino a través del bosque y sus ligeras subidas y bajadas. Había pasado en coche o autobús varias veces por Trbiž (como lo llaman los eslovenos), así que ya más o menos sabía lo que me iba a encontrar. Se trata de una localidad de unos cinco mil habitantes y totalmente alpina, pues es la última ciudad italiana antes de la triple frontera que forman estos dos países y Austria. De hecho, las gentes que llenaban de vida las concurridas plaza y calle principal, con su feria y su mercadillo respectivamente, pertenecían mayoritariamente a estas tres nacionalidades. Y no solo los visitantes actuales, también los habitantes históricos de la población estaban así de mezclados, cosa que pudimos apreciar en las tumbas del cementerio alrededor de la iglesia fortificada, con lápidas en estos tres idiomas tan distintos entre sí y a la vez con tanta relación. Reflejo de esta interdependencia es también el trilingüismo de algunos carteles oficiales (hecho que me sorprendió muchísimo, pues hasta ahora no sabía que en esta zona había minorías étnicas eslovena y austríaca) y un festival trinacional que se iba a celebrar a los pocos días. Almorzamos y tomamos el mismo camino de vuelta.

La bonita e histórica iglesia de Tarvisio
El cartel del ayuntamiento tarvisiano. Al
italiano, el alemán y el esloveno hay que
sumarle el friulano, dialecto oficial en
toda esta región italiana
La edición del Giro de este año presentaba una salida en
Tarvisio y había varias bicicletas curiosas que aún quedaban
como decoración. Lástima que la etapa fue entre semana
y no me pude acercar en su día

Aunque la ruta no sería exactamente igual, pues un poco antes de la frontera hicimos un desvío de unos tres kilómetros, los dos últimos en clara ascensión, para llegar a un paisaje interesante. Cómo no, se trataba de un lago. Bueno, mejor dicho de dos. Se llaman lagos de Fusine (Belopeški jezeri es uno de los hasta cuatro nombres diferentes que reciben en esloveno) y son una auténtica preciosidad, sobre todo el inferior. Además, resultan ya un lago alpino de cierta altura, con más de 900 metros de altitud. Las montañas como fondo son un espectáculo digno de ver. Allí también estaba todo lleno de gente, disfrutando a la orilla, montando en bici, paseando por las orillas o remando en barca. Nosotros hicimos lo propio, excepto remar, y tranquilamente retomamos el camino de vuelta para dejar atrás un placentero plan dominguero.

El lago inferior de Fusine, estampa de belleza alpina
Es un placer pedalear por la vía verde
Al volver capté esta instantánea de la antigua estación
de Podkoren, penúltimo pueblo esloveno, ahora
reconvertida en casa particular

2 comentarios:

  1. Hacia Bovec y pasando por unas carreteras de alta montaña del infierno y con unas pendientes también infernales, se llega a lugares preciosos, singulares y cargados de historia. No sé si conoces Cave del Predil... pueblo minero y semiabandonado de lo más curioso... sino, para la próxima :)

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  2. Hola Silvia! Gracias por el comentario! De nombre si lo conozco. Sé que está cerca de Tarvisio, pero poco más. Gracias por la recomendación. Algún día habrá que pasarse.

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