domingo, 4 de diciembre de 2011

Še en koncert

Entrada número 50. Siempre he pensado que las efemérides, o números significativos como este, son una tontería como un piano, pero es algo tan arraigado en nuestra cultura que es prácticamente imposible sacárselo de la cabeza. Y muchas veces hasta nos condicionan. Pero esta vez no ha sido el caso. Tengo una entrada diferente pensada desde hace mucho tiempo, pero nunca encuentro la inspiración, las ganas o el momento de sentarme a escribirla. Así que tendrá que esperar, o tal vez nunca llegue a transformarse en palabras. Pero a lo que vamos. Anoche salimos (¡milagro!) y fue otra vez para ir a un concierto de John Doe. En esta ocasión era en Lancovo, un pueblo más pequeño que Zasip que queda a unos diez kilómetros, en un bar con una decoración más que peculiar (como podéis ver más abajo). La entrada era libre y el bar estaba bastante lleno. Ellos empezaron la noche, y pude ver más de lo mismo que había hecho otras veces anteriores: simplemente unas cuantas buenas versiones de rock (destaco una nueva que hicieron del temazo "What you know" de Two Door Cinema Club), porque no tienen bajista fijo y eso les condiciona mucho el repertorio. Tocaban otros dos grupos. Los siguientes fueron MIT, que iniciaron la parte metalera de la noche. Yo diría que se acercan al Nu metal, pero tampoco estoy muy puesto en estas corrientes. Al poco de que empezaran a tocar me di cuenta de que ya había oído algo de ellos en un programa de videoclips de música eslovena que antes me tragaba con asiduidad. Me gustaron bastante. Tenían mucha actitud en el "escenario" (que no lo había) y un sonido demoledor, y tocaban más que bien. Además, se marcaron unas versiones muy guapas de Depeche Mode. Os dejo con el videoclip con el que los había conocido, parte del cual está grabado en la facultad de Monika en Liubliana, en lugares en los que paso no pocos ratos muertos:



Los encargados de cerrar la noche fueron Profeel, a los que ya no vi porque tiraban más hacia el Trash, y a mí ese estilo me va más bien poco. Además, estaban a un volumen ensordecedor y los oídos me dolían. También empezaba a ser tardecillo y uno ya no está para esos trotes.

Lo prometido es deuda. Esto es lo que captó mi atención
nada más entrar en el local. Estaba decorado todo con
carteles antiguos, principalmente de calles (había justo uno al
lado de éste de la "Avenida del Mariscal Tito" de época
yugoslava). Viendo otros, pude deducir que concretamente
era de Radovljica (Radmannsdorf para los alemanes), y lo que
me sorprendió es que era original de la época, estoy seguro.
Viendo mis últimas entradas puede parecer que soy de
tendencias nazis, y nada más lejano a la realidad. Lo que sí
es  cierto es que, como "historiador", este período histórico
me fascina y poder ver cosas como estas in situ
es más que interesante.


1 comentario:

  1. Changa, eres un fascista y algún día lo tienes que reconocer. Pero no pasa nada, te apreciamos igual jajaja

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