lunes, 11 de noviembre de 2013

Go Moonlee!

Ya ha llovido desde el 12 de octubre, pero hay cosas que no se pueden quedar en el tintero. Antes lo hacía pensando en que llegaría el momento de rescatarlas del baúl de los recuerdos, pero muchas veces el tren pasa para no volver. En fecha tan señalada en otras tierras nos dirigimos a un nuevo festival organizado por el sello Moonlee Records. Aunque en esta ocasión no se realizaba en Liubliana, sino en Nova Gorica, que acogía de nuevo este pequeño festival por segunda vez. Como bien puede dar fe el blog había pasado dos veces por esta peculiar ciudad, pero poco más allá había ido de su estación de tren, por otra parte su edificio más antiguo. En esta ocasión pude apreciar con mis propios ojos la peculiaridad de una ciudad construida hace apenas medio siglo para los eslovenos forzados a abandonar la ciudad italiana de Gorizia tras la Segunda Guerra Mundial. La cruzamos y vimos como de verdad es una pequeña Las Vegas en Eslovenia, llena de prostíbulos y casinos para los vecinos italianos. Todo edificios nuevos y luces de neón, nada de centro histórico. Extraño, desde luego. Lástima que no tomara fotografías como prueba. En realidad, si hablo con propiedad, técnicamente el concierto tenía lugar ya pocos metros dentro de Solkan, localidad adyacente a Nova Gorica (tan adyacente que solo se necesita cruzar la calle para pasar de un municipio a otro) y que tiene el honor de poseer el puente de arco de piedra más grande del mundo. Vagamente recuerdo verlo en mi primer paso por estos lares. Y remitiéndome a las primeras frases de esta entrada, os dejo también alguna foto de la vecina italiana, porque sí es que vuelvo a poner el pie en ella seguro que no encontraré el momento de dedicarle unas líneas.

La estación de Nova Gorica desde Italia, lo único que les dejaron
Al menos en la parte italiana conservan algunos retazos
de su historia eslovena
El castillo de Gorizia presidiendo la plaza principal de la ciudad

Dejándome ya de pamplinas y pasando al concierto, éste tenía lugar en Mostovna, local equiparable una vez más a Metelkova para la escena de Nova Gorica. La sala me encantó, muy currada. Llegamos muy pronto, pero poco a poco el aforo se fue completando y las bandas se fueron sucediendo. La entrada estaba bastante barata y con ella se recibía un antiguo disco del sello de regalo. Yo elegí el de una banda croata de metal surrealista y absurdo llamada Hesus Attor (escuchado una vez en el coche y directo al cajón del olvido) y Monika uno de Psycho-Path, desaparecida banda eslovena de rock alternativo que no está tan mal. En cuanto al concierto, abrieron fuego los locales Iamdisease, metal hardcore un tanto infumable. Después siguió la banda liublanesa Trus!, nuevo grupo potente en la escena alternativa y al que ya había visto durante el verano pasado sin prestarles mucha atención. Esta vez me entró un poco más su peculiar mezcla punk, electrónica y new wave. En cambio, Nikki Louder me aburrieron en comparación con la primera vez. Después fue el turno de, cómo no, Bernays Propaganda. Volvieron a tocar escasa media hora, pero ya me voy acostumbrando. No me enrrollaré con ellos, porque están hasta en la sopa en este blog (para más inri, dos días después les vi de nuevo en Gromka con dos grupos checos que ni fú ni fá llamados Just for being y Daydream). Cerraron el concierto con un magistral repertorio de rock alternativo, garajero y ruidoso los serbios de Repetitor. Ya los conocía, pues es otro grupo al que había visto este verano y no había hablado de él por aquí, como con Trus! (para que veáis que no soy tan pesado de contar absolutamente todo lo que hago). Sabía lo que me esperaba y no me defraudaron. Se están convirtiendo en toda una sensación en los países de la antigua Yugoslavia y es ese grupo que aparecen en la banda sonora de "Čefurji raus!". Habrá que seguirles la pista a ellos también.

A un lado, Mostovna. Al otro, la valla que marca
la frontera con Italia
El señor Moonlee bailando pogo al son de Repetitor

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