Y otro año más me eché a la cuneta en un par de ocasiones.
Como dije en la entrada anterior el sábado pasado era el día de Pokljuka, puerto de montaña al lado de Bled y por el que nunca había pasado, ni siquiera en coche. ¿Qué mejor excusa que el paso del pelotón por allí para estrenarme? Así salí de Zasip y... ¡lo conseguí! Dije, y así lo pensaba de verdad, que no lo lograría. Nunca había subido un puerto de montaña duro de verdad y empezaba a dudar de que fuera capaz de ello, vistas mis prestaciones en subidas más llevaderas. Los datos de la escalada, ninguno de los que dije el otro día. Y tampoco los que venían en el libro de ruta de la prueba (que decía 20 kms. -¿de dónde se los sacan?- al 4,05 % de media), donde era catalogado como puerto de primera categoría. Según las señales eran 8 kilómetros de ascensión, y según mis apreciaciones yo diría que la media se situaría en torno al 6 % mínimo, si no más. Eso sí, un poco antes había un par de kilómetros también muy exigentes. La subida empieza fuerte, con 3 kilómetros muy constantes al 12 % que dan paso a un descansillo que es una bendición. En ese inicio ya tuve que empezar a subir zigzagueando (de hecho, hice 10 kilómetros de subida por eso). Pero conseguí aguantar y no cebarme. Sabía que en algún momento llegaría un descanso. Y vendría como agua de mayo. Eso sí, éste dio paso a otros tres kilómetros aún más exigentes, con rampas de incluso el 18 %. Yo seguí a mi ritmo, pensando aún que en algún momento tendría que echar pie a tierra. Pero los metros pasaban y yo continuaba sintiéndome bien. Sólo en algunos momentos lo pasé peor porque se me dormieron el gluteo izquierdo y la entrepierna. La espalda me dolía un poco, sí, pero nada horroroso. Y la respiración la supe controlar muy bien. Creo que esa fue la clave. En un momento dado la pendiente bajó un poco, volviendo a respirar aliviado. Y poco después vi el cartel que señalaba 500 metros para coronar. En ese momento me supe vencedor. Os podéis imaginar mi satisfacción. Una hora necesité para subir desde los 616 metros de altitud de Krnica, el pueblo donde empieza la ascensión, hasta los 1.255 de la pancarta de la montaña. Bueno, en realidad no había pancarta. Continué un poco para ver como es Pokljuka, de la que tanto había oído hablar. Mucho bosque y algún hotel por aquí y por allá. Bajé con el tiempo justo a esa rampa del 18 % para ver pasar a los ciclistas. Primero un grupo de escapados y después el pelotón, con los a la postre protagonistas Pozzovivo (del equipo Colnago, que ganó esta etapa) y Janez Brajkovič (Astaná), el mejor ciclista esloveno actual y que ganaría la vuelta al día siguiente. Después de ello continué con la bajada. Si nunca había subido un puerto evidentemente tampoco lo había bajado. Y los frenos de mi bici no son los mejores, así que no bajé muy rápido y a pesar de ello me llevé algún sustillo. Y también me hice con algunos botes que los ciclistas habían tirado durante la ascensión. ¡Siempre había querido hacerlo!
Un Sava, el equipo de Kranj, sufriendo en el rampón |
La vuelta a Eslovenia terminaba con una contrarreloj en Liubliana, más larga que la del año pasado. Allí me planté al solazo durante un par de horas para echarles unas fotos a los ciclistas y ver salir, pasar y llegar a todos ellos. Tanto salida como llegada estaban en Kongresni Trg, mientras que el circuito pasaba por diferentes partes del centro. La contrarreloj se la llevó el esloveno Koren (Liquigas). Me alegré por él. Aún recuerdo la decepción en su cara cuando el año pasado quedó segundo. Y Brajkovič confirmó su victoria en la clasificación general, aunque de manera muy justa (6 segundos), después de un pobre rendimiento contra el crono.
Meta |
Brajkovič calentando para la victoria |
Klemen Štimulak, joven ciclista del equipo esloveno Radenska, y el Nebotičnik, el rascacielos de Yugoslavia |
Un Liquigas y el ayuntamiento |
Marko Kump, del Adria, equipo organizador de la vuelta, con Prešeren |
Un placer poder disfrutar de ciclismo en vivo otra vez. Creo que este año la vuelta a Eslovenia ha dado un paso más al frente. Han venido cinco equipos Pro-tour y buenos nombres. Muestra de ello son los ganadores, los ya mencionados más Ponzi (del Astaná) e Impey (Green Edge). Ha salido una prueba de mucha calidad. Tal vez le faltara un final en alto. A ver si en la próximo edición lo hay e intento yo también
conquistarlo.
El podio final |
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