Pues ya era hora, sí. Si no he vuelto a escribir antes ha sido en parte por desidia y en parte por rutina, porque no es que haya hecho mucho en las últimas semanas, aparte de desear con muchas ganas que se fuera el frío de una vez, cosa que parece empezar a suceder. En Kresnička las cosas están un poco más animadas últimamente, ya que ahora mismo tenemos un par de adolescentes (uno de ellos de Estados Unidos, con una historia hollywoodesca de venir a ver a una chica que conoció por Facebook) y parece que voy a empezar un taller de español con jóvenes de la zona, cosa que me motiva. Y las clases de español siguen su curso, con la novedad de que tengo por fin mi primer alumno on-line y de que dejé una de las academias en las que trabajaba, porque se estaban aprovechando de mí. Además, mañana mismo tengo una entrevista de trabajo y en un par de semanas una oposición para un puesto del gobierno español para el cual creo no tener muchas posibilidades. Hace ya tiempo que decidí que después de verano seguiré por aquí, así que tengo que empezar a buscarme las castañas.
Fotaza en Maribor |
Y si la rutina se rompió es porque el fin de semana pasada estuvimos por Maribor, la segunda ciudad de Eslovenia y que ninguno de los dos habíamos visitado. Aunque en realidad fuimos a Maribor para ir a Ptuj, que es donde se celebra el Carnaval más famoso de Eslovenia, y probablemente también el que sea el festival esloveno más importante. Las dos ciudades están bastante cerca la una de la otra (a unos veinte kilómetros, que aquí eso ya es cierta distancia) y si pernoctamos en Maribor fue porque allí teníamos alojamiento. Nos quedamos en el cuco ático de una pareja de EVS polacos, Olga y Michal, a los que también conocí en aquel curso de formación. Llegamos a Maribor el viernes por la noche y, después de juntarnos con Zoltan, otro EVS, estuvimos conociendo algunos pubs de la ciudad y tomando unos cuantos Bambus (que así llaman al calimocho aquí, para los que os creíais que el calimocho sólo existe en España). Acábamos en Pekarna, la zona alternativa de Maribor muy al estilo de Metelkova en Liubliana y donde estos tres ejercen como voluntarios. No salgo mucho de fiesta aquí en Eslovenia. De hecho, prácticamente nada. Y la verdad es que me lo pasé realmente bien. El sábado por la mañana una vuelta por el centro de Maribor, que es una ciudad de provincias típica del antiguo imperio austrohúngaro, y poco después para Ptuj, que es a lo que fuimos. ¡Error! ¡Cagada total! No habíamos mirado mucho el programa de festejos del Kurentovanje (que así se llama el festival, por los "kurenti") y cuando llegamos a Ptuj la decepción fue absoluta, porque no había ni dios ni nada que hacer hasta por la noche. Así que Monika y yo nos disfrazamos de árboles para nada. Y mira que yo no soy muy de disfrazarme, pero esta era una ocasión especial (conocí a Monika con este disfraz, que aunque suene muy romántico no lo es nada). Entonces, lo que hicimos fue sin ver prácticamente nada de Ptuj (que tiene el título de ciudad eslovena más antigua; ya habrá otra ocasión) volver para Maribor y lo que hicimos fue una tarde-noche de relax viendo un par de películas con Olga y Michal, que son dos auténticos entendidos y apasionados del cine. Empezamos con "Vesna", una película eslovena de los años 50 y que estaba bastante bien (ya hablaré en alguna entrada del poco cine esloveno que conozco), y terminamos con una película moderna polaca, muy interesante pero también un poco perturbadora ("Dom zly" me recuerda Monika que era el nombre).
Dos árboles tristes en Ptuj |
Y para terminar, el domingo por la mañana otra vuelta por Maribor para hacer algunas fotos y un rato para Ptuj como habíamos planeado el día anterior. Y es que éste era el día del desfile de carnaval, con todos los "kurenti", que era lo que queríamos ver. El festival celebraba este año su 51 edición, pero es una tradición mucho más antigua. Los kurenti son una especie de demonios, vestidos con pieles de oveja y cencerros, que bailan para ahuyentar al invierno. En Eslovenia son toda una institución y ese sentido del carnaval como fin del invierno tiene mucha importancia aquí, igual que en otros países más al norte. Cuando llegamos, con la hora pegada al culo, estaba petadísimo todo y justo empezaba el desfile. Estuvimos una horita viendo un poco como pudimos del desfile, con 650 kurenti aproximadamente (bastante gracioso el movimiento que hacen e increíble el ruido de cencerros) y otra gente disfrazada. También me llamó mucho la atención unos que iban con los kurenti pero sin disfrazar que tenían unos latigos enormes que hacían restallar en el aire con un ruido ensordecedor. Poco más, después de vuelta a Liubliana por las autopistas de Eslovenia. En fin, parece ser que los kurenti hicieron bien su trabajo, porque la temperatura empieza a subir. Huelo el regreso de la bici...
Kurenti. Para más fotos, Facebook... |
Joder, tú, te había puesto un comentario larguísimo y se me ha borrado... Puta mierda...
ResponderEliminarBásicamente que suerte con la entrevista de hoy, que te prepares bien la oposición para poderme reír de ti por trabajar para el estado y que no sé qué significa EVS, no sé si lo has explicado en alguna otra entrada, pero no voy a buscar.
Un abrazo!
EVS en realidad es en inglés. En español es SVE (Servicio Voluntario Europeo). Es el programa del voluntariado. Y en la entrevista me cogieron para el trabajo, ya me darán clases cuando tengan para mí.
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