sábado, 24 de marzo de 2012

Changarilla osebno

Silvia le dio mi contacto a un periodista que había conocido en un evento. Así empezó todo. El susodicho me contactó a mí a su vez, y concertamos una cita para hacer la grabación. Se trataba de un programa de Val 202, una de las diferentes estaciones de radio de la radio nacional. El programa en cuestión llevaba por título "Evropa osebno" y se dedicaba a contar las vidas, al mismo tiempo normales y diferentes, de extranjeros en ese pequeño país. Cuestión de tamaño, el dar tanta importancia a los foráneos. Nos empezamos a conocer al calor de una bebida caliente en una céntrica terraza de la capital, bajo los engañosos rayos de sol de un invierno agonizante. Él no cesaba de preguntar, con el desdén de aquel que ha escuchado demasiadas veces las mismas historias. Yo no paraba de hablar, en ese idioma en el que tal vez por primera vez mantenía una conversación de tal calibre. Ya conocía cosas de mí, maravillas de la era Google. Además, garabeataba datos aquí y allá cuando lo creía conveniente. Supongo que fue en ese momento cuando comenzó a tejer en su mente una historia que se pudiera vender, la historia de mi vida. Que si esto y que si aquello, y que si aquello de un poco más allá. Cuando creyó haberle dado forma al producto, pagó nuestras consumiciones y me hizo seguirle hasta su lugar de trabajo. Allí repetimos, pero esta vez con un micrófono apuntándome directo a la boca. Media hora en esa tesitura. Él preguntaba y yo respondía una vez más, como si de un déjà vu se tratara. "No te preocupes", me decía, que después el editaría, modificaría y moldearía mis palabras a su gusto. Y yo me dejaba, mi ego satisfecho en el fondo más miserable del ser humano. 

Y eso es lo que hizo, como pude comprobar unos días después. A partir de una historia sencilla, de las que hay miles en este mundo globalizado, creó algo comercial que atrapara al público. A duras penas lo pude comprobar "en directo". Las obligaciones laborales sólo me permitieron alcanzar los últimos retazos de la novela. Menos mal que ahí estaba Internet, para sacarme del apuro. Le di al play, para afrontar la confirmación de que los periodistas son unos artesanos de las palabras. ¡Quién tuviera ese don! Quien es capaz de darle forma a las palabras, es capaz de infinidad de cosas. Tanto por hablado como por escrito. Pero, supongo que, al fin y al cabo, la esencia es algo que ni el mayor domador de palabras puede arrebatar. Y lo que yo oí era yo, en esencia.

martes, 20 de marzo de 2012

Začetek sezone izletov v hribe

Con la llegada del buen tiempo se abre la temporada de montañismo. Y este año la hemos inaugurado por la puerta grande. Con una excursión a Roblek, adonde quisimos subir el año pasado pero no lo llegamos a hacer. Roblek es un refugio de montaña que está en la cordillera de Karavanke, no muy lejos de la cima de Begunjščica, que es el nombre de la montaña donde se ubica. Desde la misma habitación de Monika en Zasip se divisa el refugio. La subida se empieza normalmente desde Draga, un restaurante en las afueras de Begunje na Gorenjskem que ya se encuentra a más de mil metros de altura. No es muy exigente hasta Roblek, pero sí largo, ya que la ascensión dura en torno a las dos horas y media. Se llega hasta los 1.657 metros. Lo peor fue al final, porque a partir de cierta altura y debido al bosque, todavía había nieve helada y el camino era una auténtica pista de patinaje, con lo que había que tener cuidado. Desde arriba unas vistas espectaculares, tanto de los Alpes Julianos como del lago de Bled. Pero fue una pena, porque a pesar de hacer un día muy soleado el aire estaba muy sucio debido a la falta de lluvia. Así pues, no se podía observar en toda su apoteosis. Una "jota" para recuperar fuerzas en el refugio y una hora y media de bajada sin descanso, con el consiguiente dolor de rodillas y unas agujetas de campeonato para los días siguientes...

Unas fotitos:




Y no podía faltar la canción "Večer na Robleku" de los míticos Avsenik:


lunes, 5 de marzo de 2012

Minuta do zmage

Ayer estuvimos en la tele, ese gran acontecimiento en la vida de uno. Fuimos como público a "Minuta do zmage", que es mi programa preferido de la televisión eslovena. No la veo mucho, pero tampoco tan poco. Eso sí, hay muy pocos programas de producción propia. Y, de hecho, creo que este es el único concurso que existe. Es de la cadena Pop TV, que sin duda es la principal de las privadas. Yo creía que "Minuta do zmage" era un formato que aún no había llegado a España, pero en la última visita a casa el Buah me ilustró que no era así. "Uno para ganar" se llama allí, y son prácticamente exactos. El caso es que me había apuntado al cásting para participar en el concurso, queriendo rememorar mis momentos gloriosos con "Metro a metro". Y hace unso días me llamaron, pero no para concursar, sino para asistir como público. El que no se contenta es porque no quiere. Así que para allá nos fuimos. Echamos un buen rato con las pruebas que hicieron los concursantes y pasamos un calor de narices (por no decir de cojones) en el estudio. No me daré por vencido. Para el próximo cásting me volveré a apuntar.


Y después, decidimos dar un paseo hacia el centro y comimos en un restaurante mexicano. Hay bastantes aquí en Eslovenia, pero todavía no había ido a ninguno. Fuimos concretamente a uno de la cadena "Cantina mexicana". La comida estaba buena y los precios no eran excesivamente caros. Pero una cosa no podía faltar: la mezcla ridícula de encontrarte paella y tapas en un menú mexicano, además de la miscelánea de música de todos los lugares hispanohablantes del globo que ambientaba el lugar. Y para cerrar el día, una película serbia (de la época yugoslava). Llevaba por título "Ko to tamo peva" ("Kdo neki tam poje" en esloveno), lo que se podría traducir por "¿Quién canta ahí?", y nos habíamos comprado su DVD muy baratito hacía tiempo. Así que ya era hora de verla. Es una película de humor que muestra un viaje desde la campiña serbia a Belgrado en los albores de la Segunda Guerra Mundial y las diferentes peripecias de los viajeros. La vi en serbio con subtítulos eslovenos, sin problemas. Y no fue gran cosa, pero el cine yugoslavo era más que interesante. Esta película es un auténtico icono de ello.




sábado, 3 de marzo de 2012

Gramática mínima de errores

Ese es el título de un pequeño ensayo que versa sobre los errores más habituales de los estudiantes eslovenos de español, publicado por la Universidad de Liubliana en el 2004 gracias al trabajo de los lectores Gemma María Santiago e Iván Reymóndez y a la subvención de la embajada española. Evidentemente, el tema me interesa y lo estuve echando un vistazo. Desde que me dedico a tiempo completo a lo que yo ya considero desde hace tiempo mi profesión he podido progresar mucho en mis conocimientos sobre los aprendices eslovenos, tanto que me da miedo estancarme en sólo conocerlos a ellos. Pero bueno, aquí no tengo otra solución posible más que trabajar en línea con algún estudiante de otra nacionalidad si se presenta la ocasión. Así pues, ver este libro ha sido de gran ayuda, pues he podido ver reflejadas cosas que yo ya había apreciado y otras que aún no había tenido la ocasión. 

No hablo mucho de ello, pero una de las mejores cosas de estar en Eslovenia es poderme dedicar totalmente a esta profesión en la que creo haber encontrado mi vocación. Sí, las condiciones laborales y de horario no son las ideales. Trabajo en muchos sitios diferentes: en una academia en Liubliana (Hola, la de siempre desde el principio y la que supone mi principal carga horaria), en una en Kranj (ciudad a la que siempre quiero dedicar una entrada en el blog pero nunca encuentro el momento), en un colegio público en Liubliana (que está siendo una experiencia cuando menos interesante con los niños), clases particulares, etc. Pero en realidad es el tipo de trabajo que me gusta hacer: un poco de todo, de aquí para allá. Estoy disfrutando de la experiencia y cogiendo muchísimas tablas. Tengo todo tipo de alumnos: jubilados que estudian por placer, niños que lo tienen como actividad extraescolar que ellos han escogido libremente, adultos que lo estudian por diferentes causas, gente que prepara el DELE (el diploma oficial de conocimientos de lengua española para un extranjero)... Y de todo tipo de niveles. Además, no me dejo de formar, porque buena falta me hace. No me puedo quitar de encima el complejo de no haber estudiado Filología Hispánica (aunque en realidad eso no supone mucho para la enseñanza de español a extranjeros), y en esta profesión es necesario la formación continua y la actualización. Esta misma semana he estado en un seminario que organizaba el Aula Cervantes de aquí en colaboración con Center Oxford, que es uno de los principales importadores de materiales de ELE (siglas por las que se conoce este mundillo) en Eslovenia, y con la editorial española Edinumen, una de las grandes dedicadas al ELE. Y también estoy haciendo algún curso online. Total, que estoy super ocupado y yo tan contento. Y entre ceja y ceja hacer un máster sobre ello, máster que me ha sido denegado ya demasiado.

Libros, libros, libros...