Una de las mejores novelas históricas que he leído en mi vida. Eso es lo que es Alamut, además de ser una fortaleza de Irán en la que poco después del año mil apareció la "secta" de los "asesinos". Y sobre ello trata este magnífico libro. Al principio me costó entrar en él, pero después supe apreciar lo bien que está redactado y el buen hilo que desarrolla, y eso que creo que la traducción era una auténtica mierda (al menos, faltas de ortografía tenía muchísimas, entre otras cosas). El libro te transporta totalmente a la época y el ambiente de lo que habla, y creo que eso es lo más difícil de conseguir en una novela histórica. La novela que lo consiga, aunque no sea fiel a los hechos históricos, creo que de verdad se merece el calificativo de histórica (no como muchas otras bazofias que pululan por ahí). Este libro me lo he leído prácticamente en la totalidad en mis viajes en tren de Liubliana a Lesce para trabajar y viceversa, que se ha convertido en uno de los pocos momentos en los que tengo tiempo libre y también en mi reducto para la lectura. La convivencia con Monika ha cambiado muchas cosas, para bien y para mal, y una de ellas es que ya no leo antes de acostarme, con lo que me gustaba... El libro es una obra maestra acerca de la manipulación de las ideas y del pueblo. Por eso, su autor, el esloveno Vladimir Bartol (nacido en Trieste, que en aquella época era eslovena), no fue visto con muy buenos ojos en su época. Alamut se publicó en 1938 y suponía un completo ataque a los regímenes totalitarios europeos del momento. Este libro es su obra maestra, y la verdad es que no escribió mucho, pero se dedicó a muchos otros campos como la filosofía, la historia de las religiones, la psicología, etc. Alamut ha sido traducido a unos cuantos idiomas, lo que me ha permitido leerlo. No es nada fácil encontrar literatura eslovena en español, y de hecho esta novela ha sido una de las pocas cosas que he conseguido después de haber buscado bastante. Lectura recomendadísima, pues.
La edición que he leído, cortesía de la biblioteca de la Complutense y mis enchufes allí |
Por cierto, ayer volví a coger mi bici, para ir a trabajar desde Zasip a Lesce. Creía que iba a ser menos duro, ya que sólo son siete kilómetros. Pero claro, el frío te parte el pecho, y eso que iba bastante bien abrigado. Me pegué una buena paliza, porque hay que cruzar el río Sava Dolinjka y después hay un buen repecho. Pero bueno, llegué sano y salvo y ahora mi máquina descansa en el garaje de Kresnička, que ese era el propósito.
Antes te he puesto un comentario y no ha salido, qué cosa más rara. Bueno, era sólo que yo he estado leyendo sobre este libro y no sabía si animarme a leerlo, pero de momento lo apunté en mi libreta en la lista de "siguientes"
ResponderEliminarJoder, no sabía quién eras, ¿qué haces que te cambias el nombre?
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