Aquí estoy de vuelta para contar cosillas. El otro día inicié la temporada de bicicleta, temporada que va a ser corta me parece a mí, porque el frío ya es bastante fuerte, y las montañas ya están nevadas. No creo que tardé mucho en empezar a nevar a la altura de las poblaciones. De hecho, ayer, me pareció que era aguanieve lo que caía mientras dabamos un paseo alrededor del lago de Bled. Total, que monté en bici por primera vez de manera seria por aquí. Y fue duro, mucho. El pueblo de Monika está en el final o principio (según se mire) de los Alpes, en la zona que se llama de los Alpes Julianos. Y como era mi punto de partida, pues por fuerza iba a tener que enfrentarme a cuestas considerables. El destino era Jesenice, con el objetivo de dar una sorpresa a Monika, que estaba trabajando en el casino de allí (para los que no lo sepáis ella trabaja de camarera en este sitio), lugar al que me apetecía ir desde hacía tiempo ya que nunca lo había visto. Dejé Zasip tras tomarme un vaso de leche y haberme pertrechado con todo lo necesario. La primera hostia en la frente. Nada más salir de Zasip se entra en otro pueblo, Podhom, que significa literalmente "bajo Hom", y Hom no es otra cosa que la colina en la que están estos dos pueblos. Y sí, ya conocía la ruta que iba a hacer pues la había hecho alguna vez en coche. Pero en coche duelen menos las piernas. Total, que iba a tener que cruzar esta colina (creo que más bien monte) para llegar al destino. Las pendientes de las calles de Podhom son terribles, y me dejaron fundidito. Tanto es así que al poco de salir tuve que parar por el dolor en el pecho y la extenuación. Cuando paré estaba totalmente mareado y casi vomité. Pensé que tal vez lo más inteligente sería regresar, pero después de esperar un poco a que se me pasara retomé el camino, con la satisfacción de no ceder a las primeras de cambio. Después vinieron más o menos seis o siete kilómetros de ascensión continua, pero de no mucha pendiente y con algunos descansillos, que no veáis cómo se agradecen. Además, el camino no era nada peligroso (no lo fue en todo el recorrido) y se iba por un valle bastante bonito (como todos aquí en realidad). Pasé otro pueblo que se hallaba en lo más alto de la carretera, y después un descenso bastante vertiginoso (un kilómetro al 14 % de pendiente, que no me impresionó en ese momento por bajarlo, sino porque pensé que después tendría que subirlo) hasta Jesenice. Una vez en esta "ciudad" (trece mil habitantes, esto aquí los eslovenos lo llaman ciudad) el camino se hizo más o menos llano, aunque sin dejar de tener toboganes importantes. Hasta entonces había pasado bastantes veces por allí, pero nunca había estado, y tengo que decir que me costó bastante trabajo encontrar el Casino a pesar de tener cierta idea de dónde estaba. Y es que Jesenice es una ciudad en un valle muy estrecho, y por eso es extremadamente larga (no sé cuánto exactamente, pero unos cuantos kilómetros). Aquí es bastante famosa por ser un lugar bastante feo y bastante deprimente para vivir, porque al estar encajonada de esa manera no tienen mucha luz solar. Total, que acabé encontrando el casino y le di una gran sorpresa a Monika. Tuve que dar mi identificación para ver el casino. No hay mucho que ver la verdad. Todo son máquinas electrónicas, así que en realidad es más bien un salón de juegos. El caso es que aquí estos casinos son veinticuatro horas y los clientes reciben toda la bebida que quieran de manera gratuita, por el simple hecho de estar jugando. Por eso, y por la cercanía a Austria y a las restrictivas leyes de juego de este país, siempre hay muchos austríacos. Después de estar un rato descansando, tomé el camino de regreso, con la mente puesta en ese kilómetro al 14 % (no le hice la foto a la señal, porque no me quería parar, pero mentalmente se la hice). Tal como me suponía, ese kilómetro me derrotó. Me acabé bajando a unos 200 metros de la cima. Pensándolo en frío no estuvo tan mal. Es cierto que he montado bastante en bici en mi vida, pero las cotas que he subido nunca han pasado de ser simples repechos. Esto, yo creo, era un puerto de montaña que subí dos veces, una por cada cara. Además, a ese kilómetro venía ya calentito de un par de kilómetros con una pendiente machacona. Una vez descansado y subidos esos 200 metros a pie, no hubo mayor problema en regresar a Zasip, pues prácticamente fue todo bajada.
Justo antes de partir desde el casino |
Total, fueron casi tres horas las que estuve fuera, una hora para ir, otra en el casino y cuarenta cinco minutos para volver. Fueron alrededor de 30 kilómetros los que hice. Creo que no está nada mal, contando que era la primera vez que subía cosas tan duras. Además, me sirvió para sacar varias conclusiones. Que el equipo con el que me he hecho últimamente para la bici es cojonudo, especialmente la chaqueta que me compré en el Lidl por cuatro duros. No sentía nada de frío, y lo hacía. Otra, que el ciclismo es un deporte duro de cojones, y admiró muchísimo a los ciclistas, independientemente de que se dopen o no, pues es algo que me la pela. Y tercero, que una vez que lo haces creo que no es tan peligroso montar en bici por aquí. No más que en otros sitios.
Cambiando de tema, el fin de semana estuve en un congreso de profesores de español en el Instituto Cervantes de Liubliana. Lo vi al poco de llegar aquí y no quería dejar pasar la oportunidad. Pude seguir formándome como profesor, establecer nuevos contactos y especialmente conocer a más gente española, con la que después estuve tomando algo por ahí y pude ver que prácticamente la totalidad de ellos vinieron a Eslovenia por la misma razón que yo. Y poca cosa más, que muchísimas gracias a los que os habéis pasado por aquí, y especialmente a la gente que ha dejado comentarios. Por cierto, ¡he subido nuevas fotos en el Facebook! Y no creáis que se me olvida, volveré a hacer esa ruta sin echar pie a tierra.
Te iba a meter unos 3:31 que flipas en todas esas cuestas. Prepárate bien, ¡eh! jajaja
ResponderEliminarMuy bien Changaman, estás hecho todo un Pantani. Como siempre lo diré, aunque lo sepas, escribes genial.
ResponderEliminarDale duro y saludos a Monini.
Joer, te veo en el tour a Eslovenia 2011!!!
ResponderEliminarPor cierto, vaya tela las eslovenas como enganchan no??? xD